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La Asociación de Empresarios de Villalba de la Sierra muestra su preocupación por la instalación de una macrogranja porcina

lunes, 14 de mayo de 2018

Los empresarios de Villalba han manifestado al director provincial que, de ponerse en marcha la macrogranja, la contaminación de tierra y agua, los malos olores por el esparcimiento de purines, y el transporte diario de camiones de cerdos por la carretera más turística de la Serranía de Cuenca harían peligrar gravemente la continuidad de estas pequeñas empresas en el que las familias han invertido su dinero y sus vidas. 

¿Quién querría descansar, comer o hacer turismo de naturaleza en un pueblo donde huele a mierda y los camiones de cerdos pasan por las puertas de los alojamientos y circulan por tramos de carretera donde transitan turismos, motos y bicicletas con delimitaciones de velocidad de hasta 60 Km/h? 

Los empresarios de Villalba también han pedido ayuda a la administración regional para que defienda los intereses de las pequeñas empresas que, con mucho esfuerzo y sacrificio, son las verdaderas generadoras de tejido económico sostenible en el pueblo y en los alrededores, y que los proyectos de macrogranjas no se instalen en zonas como la Serranía de Cuenca, donde este tipo de ganadería industrial perjudica al desarrollo rural que desde los años 90 se ha llevado a cabo con inversiones y subvenciones procedentes de fondos de la Unión Europea que han beneficiado proyectos de turismo rural y de naturaleza, hostelería y también agricultura y ganadería extensiva, modos de vida que sí son respetuosos con el entorno natural y conviven en equilibrio con los recursos disponibles. 

La Asociación de Empresarios de Villalba de la Sierra lamenta que la Serranía de Cuenca, cuyo Parque Natural ha sido ofertado por la administración regional durante años como una de las soluciones a los complejos problemas de despoblación de la comarca, y más recientemente convertida y promocionada como destino StarLight para la observación astronómica,  sea ahora ninguneada y menospreciada con proyectos contaminantes, dependientes de mercados internacionales que requieren el consumo de una ingente cantidad de recursos (agua y tierra) en desequilibro con el entorno, aprovechando el desconocimiento de los habitantes de los pueblos afectados y poniendo en peligro de extinción a las empresas que verdaderamente sustentan el modo de vida de esta tierra.